¿Qué es el miedo o los temores?
El miedo es innato al ser humano por lo que siempre está con nosotros, sin embargo a veces ese miedo puede ser real o imaginario. El imaginario es el que debemos aprender a gestionar, para que no suponga un obstáculo en el avance de nuestra vida.
De éste último es del que quiero hablarte en este artículo.
Lo que sí puedo asegurarte es que no eres la única persona que sientes miedo y es algo tan natural como la vida misma. Hay muchos tipos de miedo como a las arañas, a la oscuridad, a las alturas, a volar…De hecho estamos llenos de miedos, unos más que otros y eso hace necesario que aprendamos a vivir con él de forma natural, trabajando los que suponen un obstáculo en nuestro camino y no nos benefician en absoluto.
¿De dónde viene el miedo?
El miedo proviene de nuestra mente y domina todo nuestro cuerpo. Cada uno reaccionamos de forma distinta ante él… se te encoge el corazón, un nudo en el estómago, temblores, llanto…
Te paraliza, te bloquea y te limita. Sabemos que cuando nos acercamos al fuego existe peligro, y es por ello que nos hemos tenido que quemar alguna vez para que nuestras neuronas puedan mandar la información a nuestro cuerpo de cómo debe reaccionar ante él y así lo hará cada vez que lo sienta demasiado cerca. Igualmente funciona la mente con el miedo imaginario porque no entiende de eso, lo vive como si fuera real.
Cuando en lugar de un fuego es una experiencia dolorosa la que hemos vivido inconscientemente la querremos evitar cuando se vuelva a presentar.
Debemos conocer si de verdad existe alguna razón de peso que sostenga ese miedo en nuestra mente. Si no la hay no tiene sentido que la alimentemos. Si has montado a caballo y te caes, puedes haberle cogido miedo, pero ¿en qué se basa? ¿Tiene razones de peso que lo sostenga?
Eres tú la que decides si te volverás a subir a un caballo o por el contrario das por hecho que te vas a caer y no vuelves a subir. NO podrás saber si hubieras sido la jinete ganadora de campeonatos.
La mente es muy poderosa para lo bueno como para lo tan bueno, siendo en este caso dominante ante una falsa realidad. Desde luego no hay duda de que su intención siempre es buena, ya que es la de protegernos, lo que ocurre es a veces nos sobre protege y nos impide vivir. Debemos ponerle límites para que no se haga con el control de nuestra vida.
Eso es lo que hay que aprender a gestionar
Algunos de los miedos más frecuentes
Los miedos están en cada día de nuestras vidas. Miedo a la hora de tomar decisiones, a la incertidumbre, a no saber realizar bien nuestro trabajo, pero sobretodo lo que más miedo da es al futuro, al fracaso, a lo desconocido, al rechazo y a la muerte entre los muchos que existen.
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Miedo a lo que nos depara el futuro
Y ¿qué sentido tiene? el futuro no existe en el hoy. No ha llegado aún y no tienes acceso a él en el presente. ¿Por qué tener miedo de algo que aún sólo existe en tu imaginación? Vive el presente con seguridad y determinación y mañana, cuando llegue, será un presente igual que hoy, con la misma seguridad y determinación. De ahí la importancia de cultivar hoy lo que quieres para mañana. Vive desde la presencia, el aquí y ahora porque eso es lo único que tienes a tu alcance.
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Miedo al fracaso
¿O miedo a ti misma? a tu actitud ante él y tu reacción. ¡Piénsalo! Si a lo largo de tu vida el no obtener los resultados esperados ha supuesto un auto castigo por parte de tu enemiga número 1: tú misma, la más exigente de todas, es comprensible que el hecho de tomar una decisión te cree cierto miedo.
Recuerda que eres un Ser humano con derecho a cometer errores. Cuando te aceptas, te respetas y sobretodo te perdonas lo único que ves en ellos son la oportunidad de volver a intentarlo.
Quererte es la premisa principal para sentirte en paz contigo misma, independientemente de lo que suceda en el mundo, porque, ¿sabías qué? haces lo mejor que sabes en cada decisión que tomas.
Cuando eres consciente de que estás dando todo de ti, y contemplas la posibilidad de que algo puede que no salga como esperas, ya estás evitándote sufrimiento innecesario. El hecho de tenerlo en cuenta cambia totalmente el enfoque y el miedo se transforma en una simple espera al desenlace de tu decisión.
Aceptar las diferentes posibilidades se convierte en la mejor opción para seguir tomando decisiones cada día. De hecho la vida entera es una decisión. Desde que te levantas y decides lo que vas a ponerte hasta que decides que es hora de ir a la cama.
El fracaso al menos es un resultado del que puedes aprender, la intención se queda en el vacío cuando por miedo a fracasar ni siquiera lo intentas.
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Miedo a lo desconocido?
Por eso te mantienes en tu zona de confort. ¿Sabes que arriesgándote ganas muchas oportunidades de éxito en tu vida? Nunca sabes cuál es tu momento hasta que llega. Pero si no saltas al vacío tampoco tienes opción a experimentar lo que hay al otro lado de tu miedo.
Tírate a la piscina y prueba. ¿Qué esperas de lo desconocido? Concédete el placer de descubrirlo. Te sorprendería comprobar que en lo desconocido está realmente el éxito.
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Miedo al rechazo
¿Al rechazo por parte de quién?. Te invito a que te hagas esta pregunta y contestes de la forma más sincera y honesta posible. Sólo te comparto que si tú te aceptas el resto te dará igual. No tienes que demostrar tu valía a nadie.
¿Para qué quieres aparentar?. ¿Para que te acepten? ¿Te aceptas tú? esta última pregunta es la más importante de todas pues el resto depende de ella.
Mientras la respuesta sea un Sí, el miedo permanecerá. Si la respuesta es No el miedo ya no te condicionará.
Cuando estás convencida de tu valía no tiene cabida el miedo al rechazo por otras personas. Ellos no tienen ningún derecho a juzgarte. Cuando eso lo integras te das cuenta que la persona más importante eres tú y lo que opinen los demás es asunto de ellos.
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Miedo a la muerte
Este es un miedo muy extendido y fíjate que es el destino final que nos espera a todos. Es lo único que sabemos con certeza desde el momento en el que nacemos y curiosamente nos resistimos a ello. Vinimos a este mundo a vivir, y la mayor parte del tiempo la pasamos “no viviendo” preocupados por la incertidumbre de no conocer nuestro destino.
Te has preguntado alguna vez ¿Qué hace que temas a la muerte? Que no te dé tiempo a vivir de la forma que deseas, o a no tener lo que anhelas?.
Llegado a este punto me replanteo en qué medida tienen sentido los miedos imaginarios si nos paralizan ante la vida, a hacer, a vivir que es a lo que hemos venido, porque cuando llega el momento partiremos arrepentidos de habernos dejado dominar por nuestros temores.
Vive la vida con presencia y determinación
¿Cómo superar el miedo?
Hay varios puntos importantes que te ayudan a superar tus miedos creados por tu mente.
Te voy a poner un breve ejemplo:
Me da miedo ir a patinar
¿Habías patinado antes? No.
¿Entonces… a qué tienes miedo? A caerme
¿Qué te hace pensar que te vas a caer si no lo habías hecho hasta ahora? Porque no sé patinar y he visto a gente caerse mientras patinaba.
¿Y qué pasa si te caes? que puedo hacerme daño.
¿Es esa la verdadera razón por la que tienes miedo a patinar?…
Ahora reflexiona un momento y pregúntate si cuando aprendías a andar te diste por vencida o seguiste intentándolo hasta conseguirlo. Imagino tu respuesta.…
Este es un miedo imaginario. Es producto de tu imaginación y todo lo crea tu mente.
Dirige tu enfoque en la experiencia maravillosa de deslizarte sobre patines. Si te caes, puedes levantarte de nuevo. Si te asusta hacerte daño, asegúrate de ponerte protecciones y disfruta de tu sesión de patinaje.
Esto puedes aplicarlo a todos los miedos imaginarios. Hazte preguntas continuamente y descubrirás respuestas sorprendentes que además te ayudarán a replantearte ciertos miedos que ahora te frenan.
10 Pasos a seguir para identificar y gestionar un miedo
Elige entre los miedos más presentes en tu vida y haz el siguiente ejercicio:
- Elige un miedo y dale una valoración del 1 al 10 (siendo 1 miedo que no frena y 10 tan intenso que lo vives con pavor)
- Identifica si es real o imaginario.
- Si es real escúchalo y respétalo.
- Si es imaginario hazte algunas de las preguntas que te he planteado en este artículo y respóndelas sinceramente.
- Enumera los motivos en los que se basa tu miedo
- Anota lo que te impide hacer ese miedo
- Asegúrate de replantearte las preguntas una otra vez para buscar alternativas positivas a tus respuestas
- ¿En qué te beneficia? (p.e. como excusa para no salir de tu zona de confort)
- Reflexiona las oportunidades que se abren en tu camino sin ese miedo
- Vuelve a darle una valoración del 1 al 10. Es probable que haya bajado en la escala de intensidad si es has sido honesta con tus respuestas.
Potencia en ti los siguientes aspectos:
Seguridad en ti misma
Confianza
Aceptarte
Respetarte
Huir del victimismo
Creer en ti
Te invito a llevar a la práctica estas sugerencias y comentarme abajo en qué te han ayudado y cómo.
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