PNL

Programación Neurolinguística

Introducción

Los creadores de la Programación Neurolingüística son Richard Bandler, psicólogo estadounidense y John Grinder, psicólogo y lingüista estadounidense.

Ambos estudiaron en común las técnicas de trabajo que empleaban tres grandes miembros de la psicoterapia de aquella época: Fritz Perls, creador de la conocida terapia Gestalt; Virginia Satir, reconocida en el campo de la terapia familiar y del psicodrama; y por último, Milton H. Ericsson, maestro de la hipnoterapia y terapias no convencionales.

Los resultados de aquel trabajo les llevó a crear la Programación Neurolingüística (PNL). Esta técnica analiza las diferentes formas que los seres humanos tenemos de procesar nuestras experiencias. Creamos nuestros propios programas mentales que una vez llevados a nuestro sistema neurológico, dan lugar a patrones fijos que repetimos una y otra vez como respuesta en situaciones similares y lo haremos utilizando tanto la forma verbal como la no verbal.

El propósito de la PNL es proporcionarnos nuevas formas de comprender cómo la comunicación, en sus diferentes formas, afecta al cerebro humano.

¿Qué significa PNL?

Neuro: Todos los comportamientos son el resultado de una serie de procesos neurológicos expresados a través de la acción y la conducta. Hace referencia a todo lo relacionado con la mente. La información es recibida y procesada a través de los cinco sentidos.

Lingüística: Es nuestra herramienta de comunicación. Una vez nuestras experiencias son codificadas neuronalmente las expresamos mediante las formas verbal y no verbal.

Programación: Cada uno de nosotros desde el momento en el que fuimos engendrados hemos  acumulado experiencias, registrado diferentes formas de expresarnos y copiado modelos de comportamiento de nuestros padres, hermanos, amigos, profesores, compañeros, etc. Estos comportamientos aprendidos se graban en el sistema nervioso, en forma de programación, según nuestra forma de entender el mundo.

Con el paso del tiempo se van reforzando convirtiéndose en Patrones de Conducta, que seguiremos aplicando indefinidamente hasta que, o bien con ayuda externa o por empeño propio, decidamos reemplazarlos.

Este Patrón de Conducta hará que reaccionemos siempre de la misma manera ante una determinada situación.

Los patrones de comportamiento controlan la interpretación que cada uno de nosotros hacemos sobre las cosas que nos suceden en la vida. Limitan nuestra forma de expresión tanto a nivel mental como emocional, social, laboral… es decir, creamos barreras que afectan nuestro día a día.

El objetivo de la PNL es, entre otros, modificar nuestra forma de pensar y actuar en pro de un equilibrio interior donde la coherencia es pieza fundamental. La coherencia es una palabra que define el hecho de coincidir lo que hacemos con lo que pensamos y la PNL nos proporciona herramientas y técnicas que además de muchos beneficios, os ayudan a llevar un control de nuestra vida y emociones.

Las palabras y los pensamientos

Construimos nuestro destino a partir de nuestras palabras, por ello hay que poner especial cuidado en lo que decimos y en cómo lo decimos. La palabras guían nuestros pensamientos y éstos generan sentimientos. De ahí la importancia del lenguaje que utilizamos tanto con los demás como con nosotros mismos.

La repetición continua de nuestras palabras crea ideas, creencias y programas mentales en la mente subconsciente que ante un estímulo proyectan pensamientos en forma de imágenes y sonidos en la mente consciente.

El lenguaje y las palabras son una interpretación de la realidad que por supuesto no son la realidad, sino que actúan de filtros de la realidad para cada persona. Por eso ante una pregunta como ¿qué significado tiene una palabra? la respuesta correcta sería ¿para quién? pues sin duda una palabra tiene muchos significados dependiendo de quien la escuche, de quién la diga y de cómo se diga.

La Actitud

La actitud es una forma de ser, de caminar, de hacer, de sentir. Es algo que tenemos dentro y somos nosotros quienes elegimos que ésta sea positiva o no. Es nuestra decisión querer ver soluciones donde otros ven problemas. La vida es una constante toma de decisiones, desde qué voy a comer hoy hasta qué ropa me pongo o si voy andando al trabajo, en coche o en bici. Todo es una elección aunque no seamos conscientes de ello.

Sin embargo es curioso ver la tendencia a echar la culpa al mundo o al otro cuando algo nos sale mal, de ese modo eludimos la responsabilidad de nuestras acciones y sobretodo de nuestras decisiones.

Cuando hablamos de mantener una actitud positiva no quiere decir que no “podamos” sentirnos tristes ante determinadas situaciones, sin embargo, lo que es realmente importante es no mantenernos ahí de forma prolongada, es decir, no hacer de nuestra tristeza una vida triste o del fracaso una vida sin ilusión, etc…

Y … ¿podemos cambiar nuestra actitud? Aunque parece difícil es tan sencillo como cambiar los pensamientos.

Somos lo que pensamos.

Cuando los pensamientos desde que nos levantamos hasta que nos acuestas son negativos, es decir, además de desayunar con las desgracias del mundo, comemos con las problemas del trabajo y cenamos con las inconvenientes del día, resulta difícil mantenerse al margen de toda esa información y sobretodo de que no nos afecte.

La mente es moldeable por lo que vamos a moldearla hacia lo positivo.

Preguntas poderosas

En PNL se trabaja mucho con las preguntas tanto a uno mismo como a otros y son preguntas que nos hacen reflexionar sobre el modo en que actuamos. Por ejemplo si cuando estamos pensando algo malo nos preguntáramos: ¿Esto me ayuda en algo a mí? y la respuesta fuera NO, entonces es el momento para cambiar nuestros pensamientos.

Procura huir de ese fluir constante de noticias tristes y desagradables de los telediarios y periódicos ya que no somos conscientes del impacto que tienen en el cerebro cuando los mensajes negativos los hacemos nuestros.

Otra pregunta muy poderosa es ¿para qué? para qué hago esto, para qué quiero decir eso, es decir, en el fondo es preguntarnos, ¿cuál es la verdadera intención de mis palabras o de mis actos?

La zona de confort

Puede que ya hayas oído hablar de la “zona de confort”, en PNL se utiliza bastante. Esta zona es el lugar donde nos sentimos cómodos porque ya la conocemos. Si nos salimos de ella estamos expuestos a nuevas experiencias que podemos no saber afrontar, que nos dan miedo y para evitarlo preferimos mantenernos en terreno conocido no vaya a ser que tenga que sacar de mí lo mejor que tengo aunque dudo de ello.

Cuando nos enfrentamos a un cambio para el que no nos sentimos preparados podríamos llegar a permanecer en un estado de ansiedad continuo que nos llevara, en casos extremos, a la depresión.

Ese famoso dicho de más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer nos mantiene anclados en nuestra propia “desgracia”, nos impide experimentar la posibilidad de algo mejor temiendo por lo desconocido. Sin embargo, ¿quién no siente miedo? Aceptar el miedo es enfrentarse a él. Es todo un reto y si fracasamos no pasa nada porque siempre hay una oportunidad detrás de otra hasta lograr nuestro propósito.

Winston Churchil:

El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo

No dejemos que nada ni nadie decida por nosotros de hasta dónde podemos llegar.

Todo comportamiento tiene detrás una intención positiva

Siempre hay una buena intención inicial en cada una de nuestras acciones. Y de hecho por eso las hacemos o las decimos. En el fondo estamos buscando protegernos de algo, prevenirnos de algo o nos sirve para algo.

Esta afirmación se hace tan comprensible para unos como incomprensible para otros, pues quién no duda de la intención positiva de alguien que hace un mal a otro. Sin embargo esto es así, pues la intención positiva que le llevó a hacerlo losaba sólo él o ella, quizá lo hizo par alimentar a sus hijos, para evitar dolor o para protegerse de un problema.

Para poder entenderlo hay que ir hasta la raíz del hecho. Nuestros recursos nos hacen tomar decisiones que pueden parecernos como las únicas opciones en un momento dado, y qué más lejos de la realidad. Hay más opciones y hay que encontrar la mejor. Sin embargo, todas las decisiones que tomamos son La mejor opción y debemos perdonarnos si los resultados no son los esperados.

La Programación Neurolingüistica  trata de mostrarnos diferentes alternativas antes de tomar una decisión y para ello es necesario trabajar duro en pro de la flexibilidad. Cuánto más flexible seas más alternativas encuentras y por ende más diferentes resultados puedes obtener. Una vez que tienes esas herramientas puedes decidir cuál de ellas te proporcionará el mejor resultado.